El inflado con nitrógeno de los neumáticos se hace habitualmente en la Fórmula 1 pero, actualmente se ofrece en algunos talleres pero todavía no es algo que este totalmente implantado, entre otras cosas por su coste. Lo cierto es que, aunque no es una práctica muy extendida en los utilitarios, tiene ciertas ventajas que, sin duda, hacen que nos debamos plantear muy seriamente el inflado con nitrógeno.

¿Por qué inflar los neumáticos con nitrógeno?

Existen varios motivos por los que es recomendable este tipo de inflado, uno de ellos es que al ser sus moléculas más grandes que las del oxígeno estas se escapan menos con lo que no se pierde tanta presión, por otro lado se reducen las posibilidades de que se oxide la llanta, y también hay que tener en cuenta que un neumático con nitrógeno es menos sensible a las altas temperaturas y, por tanto, al calentarse menos hay menos probabilidades de reventón.

Uno de los inconvenientes de inflar las ruedas con nitrógeno es que no es un servicio que este disponible en cualquier sitio como si se tratase del aire.

Aunque es probable que el motivo que más favorezca para decantarse por el inflado con nitrógeno sea el ahorro. Sí, el ahorro sobre todo de combustible ya que al mantenerse la presión del neumático más uniforme esto evita que se consuma más gasolina de lo normal. Además, como consecuencia también se alargará la vida útil del neumático y de las llantas al reducirse su oxidación por la carencia de humedad en el nitrógeno. Y, por supuesto, todo esto se traduce en que tendrás que revisar la presión de los neumáticos con menor frecuencia por lo que es bastante más cómodo.

Desventajas

La desventaja más clara es que no podemos reponer el nitrógeno en cualquier sitio, ya que no es tan fácil encontrar donde hacerlo. Probablemente, tengas que acudir a un taller o centro especializado donde lo hagan. En caso de necesidad, podrás inflarlos con aire sin problema pero ya no tendrás las ventajas del nitrógeno. Por otro lado, inflar las ruedas con nitrógeno tiene un precio de entre 3 y 5 euros por neumático (nosotros lo hacemos gratis al montar cualquiera de los neumáticos que vendemos), bastante más caro que el aire que es gratis prácticamente gratis.

Por tanto, la decisión queda en la voluntad de cada uno. Es muy recomendable este tipo de inflado ya que proporciona mayor seguridad, comodidad y, por supuesto, ahorro a la larga. Aunque para esto tengas que realizar un desembolso inicial mayor que en el inflado con aire. 

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